Nuestros proyectos en Ecuador
Con su selva amazónica, la cordillera andina y la costa pacífica, Ecuador es uno de los países con mayor biodiversidad en el mundo. Aunque el país ha logrado mejoras significativas en los últimos años, los problemas sociales y ambientales siguen igual de diversos: pobreza, desigualdad, daños en el medio ambiente, el cambio climático y las consecuencias que trae el conflicto colombiano en la zona fronteriza.
Proyectos actualmente en ejecución
Desarrollo rural sostenible y conservación de recursos naturales en la Región Pacífica de Ecuador y Colombia

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En la Región Pacífica de Ecuador y Colombia se encuentra un ecosistema único y frágil de manglares y bosques secos con una biodiversidad enorme. Los habitantes de esa zona se enfrentan con varios retos, no solo ambientales sino también socioeconómicos. En diciembre del 2020 los Johanniter, junto con la Fundación Heifer Ecuador (FHE), iniciaron un proyecto para asegurar los medios de vida de la población rural a través de la gestión sostenible de los recursos naturales, la promoción de pequeños productores y negocios rurales de la región.
La zona de intervención se ubica al interior del hotspot de biodiversidad Tumbes-Chocó-Magdalena con los ecosistemas frágiles de manglares y bosques secos de la costa pacífica de Ecuador y Colombia. La región (aprox. 10.700 km², aprox. 445.800 habitantes) tiene una variedad de retos ambientales, climáticos, socioeconómicos y de desarrollo. Como consecuencia de la falta de estrategias de desarrollo, la falta de participación ciudadana, así como una gobernabilidad débil a nivel local, regional y nacional, más del 80% del grupo meta está afectado por una pobreza multidimensional. Sus ingresos mensuales promedios quedan por debajo de los salarios mínimos legales de 400 USD (ECU, 2020) y 980.657 COP (COL, aprox. 243 USD, 2020). Además, estos ingresos, varían fuertemente según las condiciones ambientales, los volúmenes de producción y comercialización, así como el acceso a mercados y a los precios obtenidos por los productos o servicios ofrecidos. A lo anterior, se suma la creciente degradación y destrucción de los ecosistemas frágiles debido a sobreexplotación por factores antropógenos y a los efectos del cambio climático.
El proyecto se desarrolla con 3.269 familias de cinco regiones de la costa Pacífica de Ecuador y Colombia. En Ecuador, (provincias de Esmeraldas y Manabí) se trabaja con 2.043 familias de pequeños productores agrícolas y pescadores de 3 organizaciones comunitarias (FOCAZNOM, REDAUMSLEA, GILCES).
El objetivo del proyecto es que las familias desarrollen capacidades y competencias necesarias para la generación de ingresos, la protección sostenible de los recursos naturales y la participación ciudadana activa. Este objetivo se alcanza a través de tres resultados:
- Fomento de la producción y comercialización
- Conservación y uso sostenible de los ecosistemas frágiles (manglar y bosque seco)
- La coordinación y la creación de redes y alianzas entre las organizaciones, municipios del proyecto y los actores relevantes a nivel local, regional y nacional. Con el tercer componente, se busca generar espacios de dialogo que fortalezcan los modelos de gestión de los recursos naturales, así como la generación de propuestas de desarrollo local que puedan ser impulsadas y apoyadas por los gobiernos locales.
Período de ejecución: 01.12.2020 - 30.11.2023
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Puede descargar el informe provisional del proyecto aquí.
Contrato sobre el uso sostenible de los manglares ha sido firmado
El 1 de septiembre de 2021, el Ministerio de Medio Ambiente ecuatoriano firmó un acuerdo con APESARBIPAR para la gestión sostenible de un bosque de manglares de más de 400 hectáreas.
Promoción de la integración económica y social de los migrantes venezolanos y fortalecimiento de la resiliencia de las comunidades de acogida en las provincias Guayas, Pichincha, Imbabura y Azuay

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Las mujeres que han podido emprender un negocio a través del proyecto se presentarán en la ciudad de Ibarra en la feria Expolagos en octubre de 2022. Promover la integración económica y social de los migrantes venezolanos y fortalecer la resiliencia de las comunidades de acogida en las provincias de Guayas, Pichincha, Imbabura y Azuay.
Entre 2016 y 2019, alrededor de 1,8 millones de migrantes venezolanos han cruzado las fronteras de Ecuador, de los cuales 400.000 se han quedado en el país. En diciembre de 2020, Johanniter lanzó un proyecto junto a la Cruz Roja Ecuatoriana para mejorar las condiciones de vida de los migrantes venezolanos y ecuatorianos marginados y lograr una convivencia social respetuosa.
Según el gobierno ecuatoriano, se tuvieron que gastar alrededor de 550 millones de dólares estadounidenses (2018-2021) para hacer frente a la crisis humanitaria. Debido a diversos desafíos, la integración política, social y económica de las familias venezolanas en Ecuador es limitada. Esto se ve obstaculizado aún más por la creciente xenofobia y discriminación. Esta situación ha creado nuevos retos para las comunidades de acogida, ya que están sobrecargadas tanto financieramente como en términos de recursos humanos. A esto se añade la pandemia de COVID-19, que ha aumentado la desigualdad social y económica en Ecuador.
El grupo objetivo inmediato del proyecto estaba formado por unas 3.750 personas necesitadas de las provincias de Imbabura Pichincha, Azuay y Guayas. El 70% de ellos son migrantes venezolanos y el 30% ecuatorianos. La mayoría de las familias beneficiarias tenían unos ingresos mensuales inferiores al mínimo de subsistencia de 400 USD (2020) al inicio del proyecto. Por lo tanto, eran prácticamente incapaces de cubrir por sí solas sus necesidades básicas como alimentación, salud, educación y vivienda. La integración de los migrantes venezolanos en la sociedad ecuatoriana se ve dificultada por el limitado número de empleos disponibles, la creciente xenofobia y la discriminación.
El proyecto pretende mejorar las condiciones para la integración social y profesional de los migrantes venezolanos y las capacidades locales de los miembros de la comunidad del proyecto en las provincias de Guayas, Pichincha, Imabura y Azuay.Estos fueron los objetivos del proyecto:
o Bienestar psicosocial, acceso a información adecuada y asesoría legal para migrantes.
o Acceso al mercado laboral, promoción del espíritu empresarial y un programa de formación.
o Mejora de la capacidad local para la integración de los migrantes en los barrios y comunidades de acogida.
Periodo de ejecución: 01.12.2020 - 30.11.2022 -
Las mujeres que han podido emprender un negocio a través del proyecto se presentarán en la ciudad de Ibarra en la feria Expolagos en octubre de 2022. Gracias al proyecto, por ejemplo, se han creado empresas en estas zonas:
Ropa, Servicios, Gastronomía, Tecnología, Belleza.Puede descargarse información más detallada sobre los negocios aquí:
Catálogo Emprendedores Imbabura
Catálogo Emprendedores Pichincha
Durante la ejecución del proyecto, las condiciones marco se han hecho más estrictas. Debido a la pandemia de Covid 19, la situación socioeconómica de muchas personas en Ecuador se ha deteriorado. El proyecto contribuye a mejorar las condiciones de vida de la población, pero no puede aportar una solución estructural.
La historia de éxito de Heddghardo
Heddghardo llegó a Ecuador hace 4 años e puso en marcha una frutería donde trabajó desde entonces. En 2022 entró en contacto con el proyecto y fue uno de los participantes de las capacitaciones sobre desarrollo de ideas de negocio y gestión empresarial, acompañadas de entregas de capital semilla. Durante este proceso desarrolló su emprendimiento de turismo de bicicleta de montaña. A través del desarrollo de insumos, como el catálogo de tours, Heddghardo pudo presentar su candidatura al concurso de Ministerio de Turismo de Ecuador “Emprende Turismo 2022”, donde quedó entre los 200 finalistas de un total de 1.500 candidatos. Gracias a ello, en la actualidad Heddghardo ha tenido acceso a un mentor especializado para seguir perfeccionando su nueva empresa.
Además de lo anterior, el proyecto sirvió como plataforma para crear redes de apoyo entre los emprendedores participantes. Ejemplo de ello es que Heddghardo ha facilitado su frutería como medio de venta de los productos de sus otros compañeros emprendedores, también participantes del proyecto.Puede descargar el informe provisional del proyecto aquí.
Proyectos concluidos
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En la provincia de Sucumbíos, que se encuentra cerca de la frontera con Colombia, muchas personas viven en condiciones de vulnerabilidad con un ingreso mensual debajo del salario mínimo legal de 396 USD, entre ellas muchas mujeres. En noviembre del 2019 los Johanniter iniciaron un proyecto para mejorar los medios de vida de las mujeres, los jóvenes y los pequeños productores de la región.
El proyecto apoya a las 90 organizaciones de mujeres asociadas de nuestro socio local, la Federación de Mujeres de Sucumbíos (FMS). Se alcanzan aproximadamente 1.400 miembros, sus familiares (alrededor de 4.800) así como 1.200 adolescentes y adultos jóvenes de la provincia de Sucumbíos. Las mujeres de las organizaciones asociadas de la FMS son sobre todo amas de casa o trabajan en la agricultura y tienen un nivel de educación bajo. La composición por edades del grupo meta es muy diversa, de 18 a 75 años con una edad promedia de 38 años. En promedio, cada mujer tiene cuatro hijos. La mayor parte del grupo meta proviene de comunidades rurales de la provincia. Casi una tercera parte de las mujeres son colombianas quienes se desplazaron por consecuencia del conflicto armado en Colombia.
El proyecto facilita el acceso a oportunidades de educación y capacitación, el mejoramiento de las estructuras de comercialización y el aumento de la productividad, así contribuyendo al fortalecimiento del desarrollo rural sostenible, la soberanía alimentaria y la generación de ingresos.
Esto mejora la calidad y diversidad de los alimentos a las mujeres y sus familias y así su seguridad alimentaria. Para aumentar los conocimientos, reducir los costos de la producción y diversificar la culitvación, las mujeres reciben apoyo y asesoramiento técnico para la producción agroecológica. En talleres aprenden sobre técnicas agrícolas, agricultura orgánica, uso de fertilizantes y pesticidas orgánicos, recolección de semillas, cría de plántulas y uso sostenible de los recursos. Con ayuda de mercados locales gestionados por mujeres tienen la posibildad de la comercialización directa de sus productos y con la venta de sus excedentes generan ingresos adicionales.
Para garantizar la autonomía económica de las mujeres en la zona de intervención se realizan talleres sobre economía básica, el desarrollo de planes de negocios y las comercialización y aplicación activa de los conocimientos adquiridos en la práctica. Las mujeres además tienen acceso a una formación profesional donde pueden aprender sobre el procesamiento de alimentos, la preparación de alimentos, la cosmética natural y el autocuidado. Junto a eso, micro emprendimientos fundadas por mujeres reciben apoyo material para generar ingresos adicionales con los que pueden reembolsar el apoyo recibido.
Con el objetivo de aumentar la participación activa de las mujeres en los planes de desarrollo de las autoridades locales, se realizan talleres sobre temas de género para las organizaciones de mujeres asociadas con la FMS. De esa manera se mejoran los conocimientos de las mujeres y así se fortalecen sus derechos y su participación política, económica y social.
Con ISTEC, nuestro segundo socio local, se implementa un programa de formación, con el objetivo de que 1.200 jóvenes tienen acceso a una formación profesional superior reconocida por el Estado, para así mejorar sus posibilidades de obtener un empleo de mayor calidad en el mercado laboral formal. Eso les ayuda a generar mejores ingresos para ellos y sus familias.
Período de ejecución: 01.11.2019 - 31.10.2022
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Las familias indígenas de los pequeños productores de la región del Norte la Sierra ecuatoriana y de la región del Sur de la Sierra colombiana que viven en alturas de 1.500 hasta 4.800 m.s.n.m son un grupo muy vulnerable. Solo viven de la agricultura y su ingreso mensual es mucho menor que el salario mínimo. En noviembre del 2019 los Johanniter iniciaron un proyecto para contribuir a la promoción de la agricultura sostenible y la soberanía alimentaria de las familias campesinas.
El grupo meta de proyecto son 2.800 familias indígenas (aprox. 14.000 personas) en las provincias de Pichincha e Imbabura en Ecuador y 1.800 familias indígenas campesinas (aprox. 9.000 personas) del "Resguardo Indígena del Gran Cumbal" del municipio de Cumbal en el departamento de Nariño, Colombia. El objetivo del proyecto es aumentar la soberanía alimentaria de las familias y comercializar los excedentes. Para poder ampliar su producción y aumentar la productividad, de pequeños productores reciben capacitación en métodos de cultivo agroecológico. Con la creación de iniciativas de comercialización, las familias pueden ofrecer regularmente sus productos y servicios directamente al consumidor final. Por lo tanto, el proyecto brinda capacitaciones en como procesar y como comercializar los productos locales. Además las familias y sus comunidades pueden adquirir los conocimientos necesarios para la operación, administración y mantenimiento de un sistema de riego. Por lo tanto las comunidades desarrollan modelos de los sistemas de riego y los implementan de manera sostenible por ellas.
Para aumentar la participación de las familias en los planes de desarrollo de las autoridades locales, el proyecto establece mecanismos regionales y binacionales para promover el diálogo sobre políticas de desarollo. Como base para la elaboración de propuestas comunitarias que deben incluirse en los planes de desarrollo, se realizan estudios temáticos para que las familias entran en diálogo con las autoridades estatales e importantes actores locales.
Lea aquí cuáles fueron los resultados del proyecto.
Período de ejecución: 01.11.2019 - 30.04.2022
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La falta de ofertas de servicios y educación en temas de salud, y sobre todo en relacion con la salud sexual y la salud reproductiva, impactan de manera persistente en el estado de salud de las mujeres y en el ejercicio de sus derechos. Además, la “individualización” de la salud, donde el enfoque está puesto exclusivamente en el tratamiento de enfermedades, obstaculiza el desarrollo de iniciativas de prevención. Un proyecto de los Johanniter junto con la Federación de Mujeres de Sucumbíos (FMS) ayuda a brindar acceso permanente a servicios de previsión y atención médica adecuada, también con el fin de mejorar la participación de mujeres marginalizadas de la provincia de Sucumbíos en la vida social y politica.
El proyecto fue elaborado sobre todo para las mujeres marginalizadas y sus familiares de zonas rurales y municipios urbanos de la provincia de Sucumbíos. Las medidas que se están ejecutando, benefician a 32.470 personas y 3.200 familiares de las mujeres beneficiadas como hijos y cónyuges. En el centro de las actividades está la capacitación de mujeres para mejorar el cuidado de su propia salud y de la comunidad y exigir de los diferentes servicios de salud pública una atención oportuna. Se desarrolla una campaña de diagnósticos preventivos para las mujeres y su incorporación al sistema de salud pública para que puedan recibir el tratamiento y atención oportunos a las patologías detectadas. Esto se alcanza con una mayor participación y empoderamiento de las mujeres en la definición, implementación y monitoreo de acciones políticas a nivel comunitario que determinan significativamente la salud, la calidad de vida y el bienestar de las mujeres. Como apoyo a este proceso, el objetivo es consolidar un espacio de participación, incidencia y control social por parte las mujeres organizadas en alianza con otras organizaciones y sectores de la sociedad civil. Ahí se elaboran Informes y se plantean propuestas políticas o normas con énfasis en el ámbito de salud.
Generando propuestas de salud
Al menos 800 mujeres están siendo informadas y sensibilizadas sobre la situación de la salud en la provincia y toman conciencia de la importancia del autocuidado. Las organizaciones de mujeres han incorporado actividades como danza terapia, deporte y caminatas quefortalecen esta línea. 664 mujeres han sido parte de un diagnóstico preventivo para examinar desde la biometría hemática, glucosa, copro parasitario, VIH, papanicolao, mamografiadesintometria hasta consulta medicina general y consulta ginecostétrica. Los casos identificados de prioridad alta o de atención urgente fueron acompañados de cerca por el proyecto y derivados al sistema de salud pública.
Más de 800 mujeres de la zona rural y urbana marginal de siete cantones han recibido información y capacitación permanente para mejorar su salud y contribuir a generar propuestas de salud para sus comunidades. Además se realizaron jornadas médicas que abarcan a todas las organizaciones de mujeres de la provincia y los cuales se realizan de forma permantente dos veces al mes. En las jornadas, las mujeres reciben atención primaria en salud, charlas en prevención de salud, servicios psicológicos y de consejería, planificación familiar, entrega de métodos anticonceptivos, exámenes optómetricos y de odontodología. Esas jornadas médicas también sirven como espacios donde las mujeres pueden participaren la contrucción de los planes comunitarios en salud.
En cinco comunidades las organizaciones de mujeres han construidos de forma participativa propios planes comunitarios para mejorar su acceso a la salud y de sus familias. También se ha motivado y capacitado a las mujeres sobre los beneficios de afiliarse al Seguro Campesino. Ellas recibieron información sobre la red de seguros públicos disponibles en la provincia (IESS, ISPA, ISPOL) como opción de seguro de salud. Esta información ha alcanzado al 100% de las mujeres que están participando en el proyecto.Atención para mujeres víctimas de violencia
13 promotoras están en proceso de formación para brindar asesoria y servicio psicosocial a mujeres con embarazos no deseados como por violación, embarazo infantil o incesto. Ellas enseñan un manejo seguro de métodos de anticoncepción de emergencia, apoyo contingente o básico en transtornos psicológicos derivados de violencia sexual y reproductiva. Los casos más severos son derivados a las rutas de atención profesional psicológica y/o médica. La metodología de formación y acompañamiento para atención y asesoría a mujeres víctimas de violencia, se ha aplicado con éxito en establecimientos educativos en Sucumbíos. 229 niñas, niños y adolescentes en situación de riesgo participaron en ella.
Desde el proyecto se apoya el funcionamiento de la Casa de Acogida (alimentación, salud y movilización) en la que se han acogido y atendido a 150 personas, tanto mujeres víctimas de violencia intrafamiliar de género (VIFG), como a y sus hijas e hijos. De igual forma se fortalece el programa de atención externa de la FMS que ha brindado 2.184 atenciones a nivel social, psicológico y jurídico a víctimas de VIFG.
Para mejorar sustancialmente la situación de las mujeres a nivel de salud y frente a la violencia, se ha creado un observatorio permanente de políticas públicas, liderado por la FMS y con la participación de ocho organizaciones de la sociedad civil. El observatorio impulsa a través de la incidencia política y el control social acciones de las organizaciones de mujeres para que los gobiernos locales inviertan progresivamente recursos públicos dirigido sus necesidades.
Impactos del proyecto
- Gracias a los exámenes preventivos realizados ha sido posible que las mujeres beneficiarias conozcan su propio estado de salud, ya que entre el 80% y el 90% de ellas no tenían chequeos previos, y hayan podido acceder a tratamientos específicos. Algunas enfermedades de extrema gravedad, como los casos de cáncer, han sido tratados satisfactoriamente.
- Con la adhesión de las socias al seguro campesino se ha garantizado el acceso a tratamiento tanto para ellas como para sus familiares, así como la posibilidad de acceder a pensiones y otros beneficios.
- También se ha producido un aumento del fortalecimiento organizativo de las mujeres. Por un lado, las capacitaciones impartidas por las promotoras han contribuido a mejorar el conocimiento sobre el estado de salud de las socias de las organizaciones, el aprendizaje de hábitos para prevenir enfermedades (higiene, nutrición, etc.) y el conocimiento de sus derechos y, por otro, se ha puesto en marcha la elaboración de planes de salud comunitarios enfocados a trabajar colectivamente estrategias para el bien común de las compañeras.
- Por último, la creación del Observatorio de políticas públicas ha permitido dar seguimiento a las leyes vigentes y hacer incidencia política así obtener más derechos. A su vez, se ha difundido información sobre políticas públicas a través de los programas de radio para concienciar a la población y sensibilizarla en materia de salud con perspectiva de género.
Lecciones aprendidas
- En base principalmente al taller realizado con el equipo técnico ejecutor del proyecto para valorar los factores que han afectado positivamente o negativamente en el desarrollo del proyecto, a continuación, se expresan algunas lecciones aprendidas.
- El hecho de abordar temas de violencia de género en espacios de atención colectiva imposibilita que la mujer víctima de violencia se sienta segura y pueda expresarse. En este sentido, el apoyo psicosocial a las víctimas debe reorientarse con una estrategia de intervención a una atención personalizada a través de personal experto en el tema y en los espacios adecuados. Otra posibilidad sería trabajarlo de forma colectiva con todas las mujeres y no solo con las víctimas.
- Las actividades que dependan de negociaciones con autoridades públicas pueden suponer un desgaste para el equipo técnico.
Período de ejecución: 01.12.2017 - 30.04.2021
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Con el objetivo de mejorar y asegurar el abastecimiento de agua potable para familias campesinas en la provincia del Carchi y la provincia Pichincha, los Johanniter iniciaron en 2014 sus actividades junto con el Instituto de Ecología y Desarrollo de las Comunidades Andinas (IEDECA). Hasta hoy, Johanniter e IEDECA han implementado tres proyectos para aprovisionamiento de agua potable en Pichincha, Imbabura, y Carchi, que han beneficiado a más de 6.000 familias indigenas y campesinas del área rural del Ecuador.
Entre los años 2011 y 2013 se habia realizado el proyecto “Construcción de sistemas de agua potable en comunidades indígenas” (AGUA I) el cual habia beneficiado a 1233 familias de siete comunidades indigenas, sobre todo del cantón Cayambe y del distrito metropolitano de Quito. En base de las experiencias del proyecto AGUA I y la demanda de otras comunidades, se tomó la decisión de realizar el proyecto AGUA II.
A lo largo del proyecto, se lograron cuatro resultados. Se construyeron tres nuevos sistemas de agua potable, mientras 11 fueron renovadas, beneficiando a un total de 1.160 familias. Se fortalecieron las organizaciones de tal manera, que las organizaciones de usuarios de agua aplicaban los conocimientos adquiridos sobre la administración, operación y mantenimiento de los sistemas y aseguraron el suministro permanente. La gestión responsable del recurso agua a través de campañas de información a los usuarios/usuarias sobre sus derechos y obligaciones, salud, higiene y nutrición fue el tercer resultado importante y alcanzado. Los usuarios aplican ahora sus conocimientos adquiridos sobre el buen uso del agua, salud, higiene y nutrición. El cuarto resultado fue la protección y el uso sostenible de los recursos naturales como agua, suelo, vegetación y en particular las fuentes de agua. La contaminación del agua a causa del ganado se minimizó mediante la protección natural de las vertientes (regeneración natural), y mediante el cercado de las cuencas hidrográficas.
Logros del proyecto
El proyecto trabajó en dos sentidos: Proveyendo infraestructura de buena calidad para que 2.233 familias puedan acceder al agua en sus casas, y fortaleciendo la gestión comunitaria del agua, que garantiza la provisión del recurso de forma más sostenible y justa. Las comunidades aportaron a través de mingas con la mano de obra para construir tres sistemas nuevos de agua y adequaron y ampliaron once sistemas más. En asamblea, se establecieron mecanismos de pago anual o mensual por el suministro. El valor recaudado sirve para mantener los sistemas en óptimas condiciones, pagar la labor del aguatero quien vigila la infraestructura de provisión, y hace algunas mejoras para cuidar el recurso como cercar las vertientes de agua. Este trabajo ha permitido que tres comunidades de Cayambe y once de Mira tengan agua permanente para su población, que los niños y niñas sufran menos enfermedades y que la comunidad se cohesione para alcanzar un fin común: tener agua en casa.
Vanesa Torres es la joven tesorera del sistema de agua de uso doméstico de la comunidad de Naranjito, ubicada en el cantón Mira, en Carchi. Para ella tener agua en su casa, ha cambiado su vida y la de muchas mujeres: “Antes teníamos que salir a las vertientes a buscar agua. Tener agua en nuestras casas nos ahorra caminar. Si no tenemos agua, no tenemos nada.”
Período de Ejecución: 01.07.2014 - 31.08.2016
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Las necesidades prioritarias de la población rural de la provincia de Sucumbíos son la lucha contra el hambre y la malnutrición así como el establecimiento de la seguridad alimentaria. Para garantizar una alimentación equilibrada es necesario aumentar la calidad y cantidad de la producción agropecuaria, así como mejorar las condiciones de acceso a los alimentos que se generan en el campo. Por lo tanto este proyecto, con apoyo de la Cooperación Alemana (BMZ), busca fortalecer el proceso organizativo de las mujeres de Sucumbíos y el ejercicio de sus derechos sociales, culturales, políticos, y económicos. Se hace un especial énfasis en el apoyo a las mujeres como parte mas vulnerable de la sociedad civil en el ámbito rural, la promoción de su autonomía personal, la copropiedad de los medios de producción y el aprovechamiento sustentable de sus medios de producción para su seguridad alimentaria.
Los beneficiarios directos del proyecto son mas de 1.300 mujeres y sus familias (aprox. 6000 personas) pertenecientes a 110 organizaciones asociadas de la Federacion de Mujeres de Sucumbios, organización socia de los Johanniter en este proyecto. Aprox. 300 personas de esas mujeres son refugiadas colombianas.
Logros del proyecto
Durante el transcurso del proyecto, que terminó a finales del 2017, se han desarrollado:
- Capacidades agropecuarias en aproximadamente 600 mujeres mediante una formación práctica desarrolladas en las localidades y en las propias fincas.
- Se han establecido 600 huertas hortofrutícolas para mejorar la calidad de la dieta familiar y generar excedentes de producción que mejoren el ingreso de las familias. Adicionalmente se ha creado un fondo de becas para la formación tecnológica agropecuaria de aprox. 100 mujeres jóvenes beneficiarias del proyecto. Este fondo es administrado por un instituto superior de educación, que es socio local del proyecto.
- Se ha brindado capacitación y financiación a iniciativas locales de microempresas mediante el apoyo a la creación de mas de 15 fondos de ahorro y crédito (CACEG- Cajas de ahorro y crédito con enfoque de género). Se está brindando capacitación y asesoría en los siguientes temas: Evaluación y planificación anual, estructura, funcionamiento, planificación y presupuesto de las Juntas Parroquiales, salud sexual y reproductiva de las mujeres, ecofeminismo, nutrición y seguridad alimentaria.
- Se ha realizado la adecuación de la industria hortofrutícola existente (Equipamiento de una planta de procesamiento de frutas y verduras).
- Se está apoyando la creación de mercados locales para la comercialización de los excedentes de las huertas hortofrutícolas familiares.
- Se ha brindado apoyo psicosocial y asesoría jurídica a más de 100 mujeres refugiadas en Ecuador, víctimas del desplazamiento forzado en Colombia.
Período de ejecución: 01.11.2014 - 31.12.2017
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El proyecto Páramo II terminó en Abril del 2019 y creó capacidades locales para la gestión sustentable de tierras altas como aporte a la protección climática y la adaptación al cambio climático de los sistemas de producción agrícola a pequeña escala. El proyecto guarda estrecha relación con el anterior proyecto Páramo I, cuyos resultados hasta ahora alcanzados han conducido a una creciente aceptación y demanda de medidas de apoyo para la adaptación al cambio climático.
El objetivo del proyecto Páramo II es la ampliación de las actividades de gestión sustentable de recursos, protección climática, adaptación al cambio climático y mejoramiento de las condiciones de vida de la población indígena, tanto en zonas el Ecuador como de Colombia. Además busca capacitar la población directamente afectada por el cambio climático, para que desarrolle conceptos y estrategias basados en las experiencias. Se desarrolló con la participación de 49 comunidades indigenas de los pueblo Kayambi y Karanki en las provincias de Pichincha, Imbabura, y en 15 comunidades indigenas y campesinas de Cotopaxi en Ecuador. En Colombia fueron involucrados ocho comunidades del Pueblo Pasto del resguardo indígena del Gran Cumbal en el departamento de Nariño. Los componentos especificos del proyecto fueron:
- Gestión Sustentable de los páramos y conservación de la biodiversidad
- Mejoramiento de la infraestructura de riego comunitario
- Adaptación al cambio climático de los sistemas de producción familiar agrícola a pequeña escala mediante la planificación operativa agrícola y una agricultura agro ecológica
- Apoyo a las capacidades de las organizaciones indígenas para la gestión sustentable de recursos y la elaboración de propuestas de políticas agrícolas y medioambientales y su negociación con las instancias gubernamentales locales
Impactos del proyecto
- La agricultura de riego posibilita un mejoramiento en las condiciones de cultivar en los sistemas de producción familiar, así lo reconocen el 77% de beneficiarios, que manifiestan incrementos en la cantidad de cosechas y también en la calidad de los productos, conforme lo asevera el 95% de las personas encuestadas. El 79% también reporta incrementos en la superficie de cultivo, al haberse incorporado nuevas tierras a la producción e incluso planificar cultivos y pasturas en época de limitada presencia de precipitación.
- Además, el 90% distingue una menor inversión de tiempo en actividades de riego, al disponer de riego tecnificado. Esa reducción de tiempo en regar, es invertido principalmente en la realización de otras labores agrícolas 79% o actividades familiares 42%, personales 33%, con lo cual, a más de ser importante para la dimensión productiva, lo es también para la dimensiones familiar e incluso personal. Las tierras de las zonas de amortiguamiento, cercanas a los poblados, destinadas al establecimiento de pastos, disminuyen la presión sobre las tierras altas, el campesinado ya no tiene la necesidad de seguir subiendo la frontera del pastoreo, más aún cuando los acuerdos internos fruto de la valorización por el ecosistema páramo, así lo determinan.
- La restricción en la expansión de la frontera agrícola permitió re potencializar tierras bajas en la producción tradicional e incorporar nuevos cultivos como hortalizas; Tal es el caso en Colombia de la Vereda Quilismal-La Ortiga. Este proceso también ha permitido discutir, concientizar y generar acciones de conservación a largo plazo entre comuneros, a nivel local y provincial.
- Además, se evidencia que, la conservación y regeneración del ecosistema es un proceso de solidaridad entre comuneros, ya que en el Resguardo Indígena del Gran Cumbal, un comunero no tenía tierra en la parte baja de la comunidad y le han permitido seguir cultivando con algunas consideraciones como la no inserción de maquinaria pesada (tractores).
- Un impacto no previsto, relativo al sub-objetivo #4, está en el escalamiento que tuvo la propuesta de conservación del páramo de Eugenio Espejo y San Agustín, que se reemplazó por el Plan de Manejo de la Parroquia de González Suárez, es decir tuvo una implicación más amplia y con un nivel de involucramiento mayor, donde los dirigentes comunitarios, autoridades electas del GAD Parroquial, desde su actual rol de autoridad, incluyen en su plan de trabajo este anhelo parroquial, que irá de la mano con la gestión de la organización.
- Existen algunos impactos negativos que, por factores externos, se han producido, tal es el caso de heladas y granizadas que afectaron parcial o totalmente a cultivos frutales de mora y tomate de árbol en dos sitios, San Esteban de Ayora en Pichincha y San Bartolomé en Cotopaxi. Estos han incidido en el estado deficitario de las plantas frutales sembradas en esas zonas; coincide con la ausencia de barreras vivas, que ciertamente en otras zonas existen y con la tardanza de llegada del proyecto a la primera comunidad referida, donde el proceso quedó pendiente completarse.
Lecciones aprendidas
- El alto grado de conocimiento del territorio, el prestigio, tradición y experiencia comunitaria y social de los socios ejecutores del proyecto representan una gran fortaleza a la hora de asegurar el éxito del proyecto.
- La relación inter-personal entre los técnicos/as y los líderes de movimientos indígenas, ediles y demás miembros de las dirigencias de organizaciones ayuda a que la intervención se haga de forma integrada a las dinámicas sociales y necesidades existentes.
- Es indispensable que los temas en los que los proyectos trabajan sean abordados de manera diferenciada y específica para mujeres, toda vez que son ellas quienes más participan y están mayormente involucradas en las actividades impulsadas desde la cooperación.
- La disposición del sistema compartir de recursos, en comunidades de Cotopaxi donde se firmaron los convenios, es un mecanismo adecuado para proveer de fondos para suplir necesidades de inversión en el desarrollo de prácticas agroecológicas, que puede sostenerse en el tiempo con el involucramiento y seguimiento de los mismos comuneros, con el apoyo de las directivas comunitarias y de juntas de agua..
- Las alianzas con los GAD parroquiales, cantonales y provinciales son idóneas para sensibilizar a los técnicos en los temas de abordaje de los proyectos y para vincularlos en el desarrollo y apuesta de inversiones institucionales para su potenciación.
- La implementación de las prácticas agroecológicas constituye una forma de hacer que los agricultores de las zonas altas sean más resilientes al cambio climático, a través del establecimiento de cortinas rompevientos, riego tecnificado, uso de bio-insumos, diversificación de cultivos y crianza de animales.
- La difícil tarea de incidir en políticas públicas a través de la elaboración y negociación de propuestas con gobiernos locales y otros entes gubernamentales tuvo unos resultados limitados. Más allá del acompañamiento a medidas de reivindicación y presión social hacia autoridades, de la participación de funcionarios públicos en procesos de capacitación y reflexión, de la presentación de documentos a ediles como en Cumbal y del involucramiento de unos 3 Gobiernos Autónomos Descentralizados Parroquiales Rurales en la provincia de Cotopaxi e Imbabura. Destacan como logros significativos el compromiso institucional del Gobierno Provincial de Cotopaxi hacia la agroecología y la declaratoria de reserva hídrica del territorio del pueblo Kayambi con la Secretaría Nacional del Agua.
Período de ejecución: 01.01.2016 - 31.04.2019
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Los sistemas de suministro de agua son ya inexistentes o suministran apenas agua no apta para el consumo humano. El agua corre en parte por acequias (zanjas) abiertas donde muchas veces es contaminada por agroquímicos, partículas orgánicas y sedimentos minerales. Las fuentes naturales son usadas como bebederos del ganado y contaminadas con excrementos.
En los análisis del agua previos al proyecto se encontraron bacteria como escherichia coli. La población (especialmente los niños) sufre de parásitos externos e internos y diversas enfermedades de la piel. De parte de las instancias publicas existe poco interés político de mejorar las condiciones de vida de las comunidades indígenas en áreas remotas (bajo potencial de votos en las elecciones). Debido al bajo nivel de conocimiento sobre la protección y el manejo de las fuentes hídricas, contaminación del agua, higiene y enfermedades causadas por el agua, así como los derechos y obligaciones de los usuarios, las estructuras organizativas son deficientes. Los recursos financieros de las familias son insuficientes.
Los sistemas de suministro de agua son ya inexistentes o suministran apenas agua no apta para el consumo humano. El agua corre en parte por acequias (zanjas) abiertas donde muchas veces es contaminada por agroquímicos, partículas orgánicas y sedimentos minerales. Las fuentes naturales son usadas como bebederos del ganado y contaminadas con excrementos.
En los análisis del agua previos al proyecto se encontraron bacteria como escherichia coli. La población (especialmente los niños) sufre de parásitos externos e internos y diversas enfermedades de la piel. De parte de las instancias publicas existe poco interés político de mejorar las condiciones de vida de las comunidades indígenas en áreas remotas (bajo potencial de votos en las elecciones). Debido al bajo nivel de conocimiento sobre la protección y el manejo de las fuentes hídricas, contaminación del agua, higiene y enfermedades causadas por el agua, así como los derechos y obligaciones de los usuarios, las estructuras organizativas son deficientes. Los recursos financieros de las familias son insuficientes.
Impactos del proyecto
- Se percibe un aumento del nivel de autonomía. Esto se puede identificar por una mejora en la capacidad negociadora de las comunidades con las empresas municipales de agua y en un aumento de la participación local. “Un impacto positivo ha sido mantener la autonomía de la gestión, por mayoritaria voluntad de las comunidades de la Regional, mostrando que somos capaces de administrar y que podemos encontrar alternativas de tratamiento más accesibles y prácticas.” (Grupo Focal Manzano, 2019)
- Se observa que las juntas de agua más grandes, y aquellas comunidades pertenecientes a Pichincha y el sector de La Esperanza, tienen capacidades de gestión y autonomía mayores. “Un impacto positivo es que formamos parte de una Junta Autónoma, que no depende del Municipio, administra sus propios recursos y pudo colocar un sistema alternativo de tratamiento de agua.” (Miembro de junta de agua de Rumipamba y Ambuqui, 2019).
- Respecto a las capacidades administrativas y autonomía de gestión de los sistemas de agua de consumo, en más de un caso, se mencionó que el trabajo y la gestión de las juntas frente a los cobros por uso de los beneficiaros se facilitó: “Como antes se hacían igual cobros, pero a veces faltaba el agua o llegaba sucia, la gente se quejaba. Ahora con suministro constante y tratado es más fácil hacer los cobros. De casi $600 que se utilizaban para tratar el agua en insumos, al mejorar la calidad ya no se usa casi nada.” (Líder comunitario de Otón, 2019).
- “Se redujeron los conflictos por el agua en la comunidad. (…) Se logró mejorar la organización y la administración del agua en la comunidad. “La participación de la gente en el mantenimiento del sistema es ahora a través de turnos de los miembros de la comunidad.” (Miembro junta de agua de Colimburo, 2019).
- Adicionalmente, se mejoró la durabilidad de infraestructura al recambiar piezas del sistema, cajas de válvulas, tuberías, etc. “Se dio más tiempo de vida a la red existente, y se aumentó la capacidad de almacenamiento disminuyendo el rebozo.” (Autoridad local de comunidad La Magdalena, 2019).
- La promoción de la participación local, a través de las diferentes actividades e intervenciones del proyecto, fue un impacto positivo en más de una comunidad, “viendo las mejoras, la gente ha estado dispuesta a aportar para hacer obras complementarias que IEDECA ha dado asistencia técnica incluso después del proyecto.” (Miembro junta de agua de Rumipamba Grande, 2019).
Lecciones aprendidas
- Priorizar el gobierno comunitario fortalece el tejido social y territorial, atenúa la tendencia a la desagregación organizativa, simplifica la gestión, favorece la rendición de cuentas y garantiza la sostenibilidad de procesos impulsados a partir de decisiones asamblearias.
- Los intercambios de aprendizajes entre comunidades y organizaciones territoriales, además de ser altamente motivadoras, favorecen la generación autónoma de capacidades, como queda demostrado en los eventos y giras convocados por el Pueblo Karanki.
- Destinar el tiempo necesario para la socialización, sensibilización y generación de acuerdos como estrategia implementada por IEDECA, garantiza el cumplimiento de acuerdos y proactividad; todo ello permite alcanzar los objetivos y contribuye a la sostenibilidad de lo alcanzado.
- Fue clave para IEDECA, tener un diagnóstico claro de las condiciones organizativas de los grupos meta para desarrollar estrategias diferenciadas de fortalecimiento y generación de capacidades.
- El enfoque participativo de IEDECA, que toma en cuenta las sugerencias y objeciones de las comunidades durante todo el proceso, genera resultados óptimos, garantiza satisfacción con los productos y permite ensayar innovaciones en el proceso.
Período de ejecución: 01.05.2016 - 30.06.2019